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¿Cómo ser un buen psicólogo? Conoce los requisitos

Cómo ser un buen psicólogo

6 requisitos para ser un buen psicólogo

La labor del psicólogo puede llegar a ser estresante, agobiante y, no siempre es todo lo satisfactoria que se desearía. Al estar en contacto con personas que suelen tener problemas para gestionar sus emociones o que viven conflictos graves, los psicólogos necesitan una preparación concreta y especial y no solo en lo que respecta a las técnicas de diagnóstico y tratamiento sino en el manejo de sus propias emociones, frustraciones e impulsos.

  1. AUTOCONTROL EMOCIONAL. Quizás se trate de la cualidad más importante, al menos desde el punto de vista del equilibrio mental del profesional ya que esta característica le permite regular sus emociones de manera asertiva e independientemente de lo que suceda en la consulta. Esto no significa que el autocontrol emocional impida que determinados hechos no impacten en el psicólogo porque, al fin y al cabo, es una persona con emociones y con un pasado, sino que le permite regular sus sentimientos delante de la persona, para no responder echándose a llorar o enfadándose. El autocontrol emocional también sirve para generar confianza en el paciente ya que este percibe al terapeuta como una persona estable en quien apoyarse sin altibajos emocionales y siempre con una actitud de escucha activa.
  2. EMPATÍA. El psicólogo no solo debe sentir simpatía por la persona que tiene delante, debe ir un paso más allá y ponerse en su lugar para sentir lo que siente y pensar como piensa. Solo de esta forma puede ayudarle realmente ya que así logra comprender la magnitud del problema que la persona está viviendo. De hecho, a nivel de laboratorio se ha podido apreciar que los cerebros de las personas que son muy empáticas reaccionan de la misma manera que el de quienes están viviendo el problema en carne propia. Si el psicólogo no logra ser empático, es probable que minimice el problema motivo de consulta o que aplique técnicas inadecuadas.
  3. APERTURA MENTAL. Las personas confían en el psicólogo por lo que a menudo le cuentan hechos que van en contra del sistema de creencias y valores del profesional. En esos casos, el psicólogo debe tener la suficiente apertura mental como para comprender por qué una persona se comporta de determinada manera y debe ser lo suficientemente tolerante como para aceptar esas conductas. Cuando el psicólogo no logra aceptar a la persona que tiene delante, enviará señales extraverbales de rechazo y, tarde o temprano, estas serán detectadas por el paciente, que no se sentirá cómodo y probablemente abandonará la terapia.
  4. INSTROSPECCIÓN. Se trata de una de las cualidades del psicólogo a la que menos se hace referencia pero es una de las más importantes. A través del proceso de introspección el psicólogo no solo logra reequilibrar sus estados emocionales y comprender sus impulsos y deseos sino que también se acerca aún más al mundo de la psiquis. La introspección, el quedarse a solas consigo mismo, es la piedra angular del crecimiento personal pero también es una llave para descubrir cómo funciona la mente.
  5. INTEGRIDAD. El psicólogo debe inspirar confianza de manera que las personas se sientan cómodas contándoles sus problemas que probablemente no se han atrevido a desvelarle a nadie. Esta sensación de confianza se puede crear a partir de pequeños detalles, que van desde los movimientos corporales del terapeuta hasta las señales más explícitas, pero la base es el sistema de valores del psicólogo. Cuando una persona nota que el profesional es seguro de sí, que se conoce bien a sí mismo, que tiene claras sus metas y que es congruente con lo que piensa, depositará su confianza y se abrirá.
  6. HABILIDADES COMUNICATIVAS. La palabra es el principal medio de trabajo del psicólogo pero las habilidades comunicativas no se restringen a esta. El psicólogo debe ser, ante todo, un buen oyente, debe mantenerse atento al lenguaje corporal de las personas para poder descifrarlo y debe transmitir a través de su gestualidad, mucha confianza y tranquilidad.