8 de noviembre, Día Mundial de la Radiología
El Día Mundial de la Radiología se celebra anualmente el 8 de noviembre, con el objetivo de conmemorar el descubrimiento de los rayos X por Wilhelm Conrad Roentgen en 1895. Esta especialidad desempeña un papel crucial en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de diversas enfermedades y condiciones médicas. La capacidad de visualizar el interior del cuerpo humano de manera no invasiva ha revolucionado la medicina, permitiendo obtener imágenes detalladas de órganos, tejidos y estructuras internas sin la necesidad de realizar pruebas más cruentas.
¿Qué es ser radiólogo? No es sencillo de responder, ya que se trata de una especialidad médica oculta para la población general. Todo el mundo sabe lo que hace un traumatólogo, una cirujana o un médico de atención primaria pero cuando preguntas por el radiólogo… la cosa se complica; en muchas ocasiones los pacientes no conocen de la existencia del radiólogo y otras no saben muy bien si se encarga de hacer las radiografías o las ecografías. Por ello, se explicará brevemente, en términos más formales y también de manera más distendida, a qué se dedican.
Si nos ponemos serios, podemos decir que ser radiólogo implica ser un profesional de la salud especializado en el uso de imágenes médicas para diagnosticar y tratar enfermedades. Utilizan tecnologías como radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas para obtener imágenes del interior del cuerpo y, mediante un amplio conocimiento en anatomía, fisiología, fisiopatología, medicina física (y muchas otras áreas) son capaces de interpretar estas imágenes y así poder identificar problemas de salud, lesiones o enfermedades. Todo ello sin necesidad de realizar cirugías invasivas, evitando así la morbimortalidad que estas representan. De esta manera, contribuyen a la detección temprana y el tratamiento adecuado de diversas condiciones médicas.
Hablando en un tono menos formal, podemos imaginar a los radiólogos como un escuadrón secreto de médicos con artilugios especiales que les permite ver a las personas por dentro y saber qué les ocurre sin necesidad siquiera de desvestirse. Su base de operaciones suele localizarse en esas partes tranquilas del hospital, donde las habitaciones se encuentran blindadas con plomo. Además, son escasos los pacientes que tienen conciencia de que ellos son quienes reconocen sus enfermedades, aunque por lo general no sean los responsables de comunicarlas (posiblemente por esta razón no sean tan conocidos). No obstante, aquellos que reconocen su labor y solicitan su colaboración, son los colegas médicos de otras especialidades, que recurren diariamente a sus conocimientos para conseguir diagnosticar a sus pacientes sin dolor.
En conclusión, los radiólogos siempre están trabajando detrás de escena para ayudar a descubrir y comprender lo que ocurre en tu cuerpo sin necesidad de hacerte pasar un mal rato. Si estás pensando una especialidad que posea y que sepa usar las armas diagnósticas más poderosas de la medicina actual con el objetivo de preservar la vida de las personas, este es tu lugar.
David López, Radiólogo en HCU Lozano Blesa y Doctorando en Cáncer de Mama.