RECOMENDACIONES REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
Actualmente los procedimientos europeos de reanimación cardiopulmonar, beben de las conclusiones obtenidas del comité ILCOR “The International Liasion Committe on Resuscitation”.
Este comité que fue fundado en 1992 actualmente está formado por:
• American Heart Association (AHA)
• The European Resuscitation Council (ERC)
• The Australian and New Zealand Committee on Resuscitation (ANZCOR)
• The Resuscitation Council of Southern Africa (RCSA)
• The American Heart Foundation (IAHF)
• The Resuscitation Council of Asia (RCA)
La función de este comité es identificar y examinar los conocimientos relevantes para la reanimación cardiopulmonar y la atención cardiovascular de emergencia, y buscar un consenso en las recomendaciones de tratamiento; y esto se hace cada 5 años. En la Conferencia Internacional de Consenso los revisores expertos presentan las pruebas, los proyectos y las conclusiones; las cuales son discutidas y debatidas por los grupos de trabajo durante la conferencia y de ahí salen las recomendaciones provisionales, que a su vez son revisadas por las organizaciones miembros ILCOR y el consejo editorial. Esta estructura garantiza que las recomendaciones finales son producto de un verdadero consenso internacional.
Hay que tener en cuenta que el objetivo de toda resucitación y reanimación cardiopulmonar es prevenir la muerte cardiovascular prematura, reconociendo y respondiendo de una manera rápida y eficaz a un paro cardiaco o un evento peri-paro.
Después de un sofisticado proceso de evaluación y estudio se establecen evidencias clasificadas en:
• Clase I: El beneficio es mayor que el daño potencial, por lo que el procedimiento o tratamiento debería ser realizado o administrado.
• Clase IIa: El peso de la evidencia disponible apoya realizar el procedimiento o administrar el tratamiento
• Clase IIb: Cuando la evidencia disponible da sólo beneficios a corto plazo o resultados débilmente positivos; por lo que el procedimiento o tratamiento puede ser considerado.
• Clase III: La evidencia disponible sugiere más daño que bien, por lo que el procedimiento o tratamiento debe ser evitado.
Niveles de evidencia:
• Nivel de evidencia A: Suficiente evidencia derivada del estudio de múltiples poblaciones evaluadas, y los datos provienen de múltiples ensayos clínicos aleatorizados o meta-análisis.
• Nivel de evidencia B: Evidencia derivada del estudio en poblaciones limitadas, y los datos provienen de un único ensayo aleatorio no randomizado o estudios no randomizados.
• Nivel de evidencia C: Evidencia derivada del estudio en poblaciones muy limitadas, y los datos provienen de opiniones de consenso de expertos, estudios de casos o normas de apoyo a la recomendación.
Como puedes ver, las recomendaciones de reanimación cardiopulmonar son procedimientos dinámicos que se modifican constantemente con los estudios de las distintas instituciones internacionales. Es importante por tanto, mantenerse actualizado e informados para poder realizar una asistencia de calidad.