
Cómo sacarse el PIR en la primera convocatoria: estrategias que funcionan
¡Sí, lo estás leyendo bien! Seguramente habrás escuchado que hay una opción postgrado en Psicología llamada PIR, y rumores de que es una oposición súper difícil y en la que es prácticamente imposible sacar una plaza.
Esto puede hacer que la descartes por no conocer la realidad que hay detrás. A mí casi me ocurre…
Por eso, en este post vengo a contarte varias verdades que pueden interesarte: empezaré diciéndote que no sólo es posible aprobar (yo misma sirvo de ejemplo de ello), sino que cada año hay más personas que lo hacen; y más aún, que aprueban el PIR en su primera convocatoria.
¿Sigues sin creértelo? ¡No se hable más! Voy a explicarte largo y tendido…
Es importante que, antes de nada, sepas en qué consiste. PIR quiere decir Psicólogo Interno Residente, que es el único sistema de formación sanitaria especializada actualmente que nos va a permitir obtener el título de especialistas en Psicología Clínica, y que nos habilita para trabajar como facultativos tanto en el sector público como en el privado.
Pues bien, el examen PIR es la prueba de acceso que tenemos que superar para poder obtener una de las plazas de formación PIR. Una vez aprobado el examen y escogido tu plaza en cualquier hospital público de España, durante 4 años vas a estar formándote a nivel práctico y teórico dentro de la red de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, de forma remunerada y supervisada. Suena bien, ¿no?
Este examen PIR es una prueba formada por 210 preguntas tipo test con 4 opciones de respuesta, en la que nos van a preguntar sobre diversas áreas de la Psicología Clínica. Se convoca cada año, normalmente en enero, y en la última convocatoria (2024-2025) se ofertaron un total de 274 plazas, con una ratio de aproximadamente 28 aspirantes por plaza.
Es decir: hay que ir con muy buen nivel de preparación para poder llevarte una de ellas.
¿Es realista aprobar a la primera?
La respuesta es simple: ¡Sí!
Sí, si te comprometes con la preparación desde el inicio y confías en que puedes hacerlo, siempre guiándote por una academia que garantice buenos resultados y te ofrezca métodos de estudio eficaz y eficiente.
Adrián Chasco así lo hizo y ha sido el número 1 en esta última convocatoria 24-25 y en su primer y único intento, claro ejemplo de que si por supuesto que se puede aprobar el PIR a la primera.
En APIR se ve que la cifra de alumnos que sacan plaza cada año aumenta, que personalmente me hace valorarla como la mejor academia de preparación PIR, siendo en la última convocatoria nada más y nada menos que 193 alumnos los que han sacado plaza, ¡y una parte importante de ellos a la primera!
Claves del éxito: estudio, constancia y planificación
En la preparación PIR, como en cualquier otra oposición, es fundamental saberse bien el temario, para lo que tenemos que… ¡sorpresa! Estudiar muchísimo.
Eso sí, en APIR no te vas a aburrir: vas a poder hacerlo con manuales físicos, digitales, mediante preguntas, tarjetas… Incluso podcast. Te da todas las facilidades para que sea ameno, dinámico y estimule a tope tu memoria visual.
Verás que son muchas asignaturas y manuales, pero no te preocupes porque se encargan de que, desde que empieces la preparación hasta el día del examen, hayas dado mínimo tres repasos completos al temario.
¿Cómo se hace ese engranaje? Se te da una planificación mediante un sistema de tres fases de estudio (contacto, consolidación y repaso), con los temas que tienes que estudiar o leer cada día, todas las clases semanales programadas, y la posibilidad de adaptar personalmente este calendario para ti.
Tú decides cómo quieres tu preparación PIR 2025: de forma presencial u online. Si prefieres hacerlo presencial solo tienes que encontrar la sede que te pille más cerquita
Conoce y encuentra en este enlace todas las sedes actualmente disponibles: https://amireducacion.com/formacion-psicologia/academia-pir/sedes/ y además tendrás a tu alcance también todos los recursos digitales, al igual que en la modalidad online.
Es importante poner en práctica toda la teoría que estudiamos mediante simulacros repliquen el formato real del examen PIR, para que cuando te presentes estés más que entrenado.
No te olvides de corregirlos detenidamente, durante la preparación vas a aprender más de los fallos que de los aciertos, por eso APIR da tutorías específicas de corrección de simulacros, para que no se te quede nada en el tintero.
Técnicas de estudio efectivas
En primer lugar, tenemos que tener siempre en mente que el examen PIR es tipo test, lo cual nos va a exigir dominar más los conceptos a nivel de comprensión que de memorización.
Es por eso que las técnicas de estudio deben ir dirigidas a manejar los contenidos con fluidez y precisión, con objetivo de: descartar opciones y quedarnos con la correcta.
Para ello, es fundamental entrenarnos en hacer muchas preguntas tipo PIR. En este caso resulta muy útil repasar el tema que hayamos estudiado ese día mediante preguntas. En la plataforma APIR, mediante la aplicación “Preguntas de autoevaluación” puedes elegir el número de preguntas que quieres hacer y de qué tema/s.
Por otro lado, subrayar los manuales, hacer esquemas y resúmenes puede ayudarte, como ya has comprobado a lo largo de tu previa trayectoria académica. Eso sí, hay una técnica que en el PIR ayuda muchísimo a no volver a fallar o confundir una pregunta: el cuaderno de fallos.
Mediante un registro de los fallos (en simulacros, en preguntas, o incluso dudas de clase) podemos ganar seguridad respecto a lo que más nos asusta: equivocarnos en una pregunta que ya hemos visto o estudiado mil veces.
No hay nada más frustrante, pero tiene solución. Coge un cuaderno y anota todo aquello en lo que te equivoques, y repásalo al menos una vez a la semana. Ya verás como cambia sustancialmente.
¡Por cierto! En la aplicación de preguntas también hay un registro informático de los fallos que se queda guardado, llamado “Histórico de fallos”, que puedes repasar cuando quieras.
Errores comunes que debes evitar
Que sea una oposición exigente no quiere decir que tengamos que llevarnos al extremo con las horas de estudio, o que no dediquemos tiempo a otros aspectos importantes como son nuestra familia y amigos, hobbies, deporte… Quizás durante el periodo de preparación no tenemos tanto tiempo para dedicar a otras cosas como nos gustaría, y por eso es importante la organización.
- Es fundamental que el primer consejo sea: ser realistas. A medida que vayamos avanzando, iremos calibrando expectativas y respetando nuestros límites, adaptándonos a nuestro propio ritmo.
- ¡No te sobrecargues más de la cuenta! Más vale que las horas de estudio sean menos, pero eficientes. Lo importante del estudio es que sea productivo, tu rendimiento no lo define el número de horas, recuérdalo.
- Otro de los aspectos que cuesta entender al principio es la importancia que tiene hacer simulacros. No tenemos la costumbre, lo que puede crearnos la sensación de que son una “pérdida de tiempo”.
Todo lo contrario, los simulacros tienen triple función: repaso, entrenamiento y afrontamiento. Nos permite detectar puntos fuertes y débiles en los que incidir en las asignaturas, practicar en el formato de examen, entrenar diferentes estrategias de respuesta, y exponernos a una situación lo más similar al examen.
- Por último, debemos tener en cuenta que la evolución durante la preparación PIR no suele seguir un camino lineal, ascendente, perfecto… Suele tener altibajos (como una montaña rusa), es parte de este proceso.
- No hay que venirse abajo ante un mal día, todos lo tenemos con o sin PIR, y ante todo somos humanos. Confía, todos los PIRes hemos pasado por ahí, que te ocurra solo es señal de que estás en el camino de conseguirlo.
La importancia del descanso y la motivación
Si tuviéramos que despejar las incógnitas de la ecuación para sacar una plaza PIR, esas serían: Estudio + Simulacros + Descanso. Las tres confluyen y se nutren unas de otras, y el descanso es primordial para relacionarnos con la oposición de una forma sana.
Igual que nos ponemos como metas el estudio de un tema diario o de un simulacro semanal, también debemos programarnos ratitos de descanso, de ocio, de disfrute, de desahogo, de desconexión, hacer deporte, dormir y comer bien, relacionarnos…
Es decir: encontrar motivaciones diarias que nos sirvan de recompensa tras un duro día de estudio.
Espero haberte ayudado a conocer un poquito más sobre el PIR y a verlo como una opción perfectamente alcanzable en tu primera convocatoria, utilizando todas las herramientas y recursos que ofrece APIR, academia de referencia.
Y si en tu cabeza está la idea de presentarte al PIR en la próxima convocatoria, no dudes en solicitar información sin compromiso. Puede ser tu año. ¡Te esperamos!
Fdo: Cristina Felipe, Psicóloga Clínica