Las claves para aprobar el PIR 2025: un examen de 200 preguntas ¿repetidas?
El 25 de enero de 2025 es el día que miran todos los profesionales que quieren acceder a la especialidad de Psicología Clínica, ya que esa fecha es la señalada para llevar a cabo la prueba que distribuirá los huecos para este programa formativo. Las plazas PIR vuelven a aumentar -pese a que no tanto como en convocatorias anteriores- hasta alcanzar las 274, un 11 por ciento más que en la anterior oferta, lo que se traduce en 27 puestos más para la formación especializada. Una ligera subida que podría provocar un incremento del número de inscripciones y por ende en el número de aspirantes que se presenten al examen durante el primer mes del año.
Si el examen MIR es la prueba selectiva de los médicos para la Formación Sanitaria Especializada (FSE), el PIR es su equivalente para psicólogos. Consiste en un cuestionario tipo test de 200 preguntas más 10 de reserva, con cuatro opciones de respuesta, donde solo una es correcta. Para su resolución, los participantes cuentan con cuatro horas y media para su resolución.
A la hora de ser corregido, cada acierto suma tres puntos, mientras que los fallos restan uno y las respuestas en blanco no puntúan. No obstante, la nota final del examen no viene tan solo de las soluciones. Si bien el 90 por ciento procede del total de la puntuación, el 10 por ciento restante se obtiene del expediente académico que se haya conseguido durante el grado en Psicología.
Al igual que sucede con el MIR, los aspirantes con la mayor puntuación podrán elegir plaza antes en el proceso de adjudicación. En el caso del PIR, solo hay una especialidad, sin embargo, una nota elevada favorece la elección de hospital. A su vez, como anunció el Ministerio de Sanidad para todas las titulaciones con posibilidad de acceder a la FSE, el PIR no tendrá este año nota de corte, por lo que cualquier participante con más de un 0 tendrá la opción de escoger puesto. El objetivo es que no queden huecos libres, no obstante, Psicología Clínica es una especialidad que habitúa a completar todos los puestos.
¿Hay diferencias con el MIR?
Los exámenes MIR y PIR son muy similares en cuanto a formato. Al formar parte del sistema de pruebas de acceso a FSE -junto a EIR, QIR, BIR, FIR y RFIR- comparten muchas características comunes y las novedades acordadas por Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas suelen recaer en ambos.
No obstante, la psicóloga y Key Account Manager en la academia APIR, Sonia Castro, ha puntualizado a Redacción Médica que existen una serie de diferencias importantes. La experta ha enumerado las siguientes:
Especialidad: El PIR cuenta con una única disciplina, mientras que el MIR ofrece un amplio abanico de ramas médicas.
Contenidos: El material de estudio del PIR se centra en la Psicología Clínica, incluida evaluación, diagnóstico, intervención y tratamiento de trastornos psicológicos. Por su parte, el estudiante MIR se enfrenta un espectro más amplio de conocimientos médicos generales y específicos de cada especialidad.
Número de plazas: El número de plazas PIR -274- es menor a las ofertadas para MIR -9.007-, lo que eleva la competencia por un puesto entre los psicólogos.
Imágenes: El MIR utiliza imágenes en algunas preguntas, mientras que la prueba PIR no.
¿Qué temas suelen repetirse en el PIR?
El Ministerio de Sanidad cuenta con un sistema para delimitar la dificultad de los ejercicios FSE, lo que permite que esta se haya mantenido estable con el paso de los años. Esta herramienta también hace que algunos de los temas presentes en las preguntas se den con asiduidad.
Pese a que siempre aparece alguna cuestión que sorprende a los aspirantes, Castro ha señalado que existe una serie de temas que «dada su importancia en la Psicología Clínica» acostumbran a hacer acto de presencia en los cuestionarios. Así, en el ámbito de Clínica, «los criterios diagnósticos del DSM-5 y otros manuales de diagnóstico y conocimiento profundo de los diferentes trastornos psicológicos y sus características» dieron lugar a 47 preguntas en el último examen, según la psicóloga. En el sector de los Tratamientos, 41 cuestiones provinieron de «diferentes enfoques terapéuticos como la terapia cognitivo-conductual, la terapia familiar, la terapia de aceptación y compromiso». En cuanto a la Evaluación, los «métodos y herramientas, como test psicológicos y entrevistas clínicas» dieron lugar a 28 preguntas.
Castro ha apuntado que estas áreas de conocimiento son «esenciales» en la profesión y los aspirantes deben dominarlas si quieren superar el ejercicio. No obstante, también pueden caer preguntas sobre Psicolopatología, Psicología diferenical y de la personalidad, Psicometría, Psicobiología, Psicofarmacología, Psicología evolutiva, Psicología social y de las organizaciones, entre otras.
Las academias esperan un aumento de las inscripciones
Desde APIR -centro incluido dentro de la organización educativa AMIR- prevén que el aumento de las plazas PIR vaya acompañado de un mayor número de inscripciones al examen y por ende más alumnos que decidan prepara el examen en academias. «Al final, esto puede motivar a más aspirantes a intentarlo, ya que las posibilidades de obtener una plaza mejoran», ha indicado Castro.
La tendencia al alza de los puestos ofertados en Psicología Clínica es un reflejo de la inversión en salud mental, especialmente por la falta de personal en el Sistema Nacional de Salud (SNS) para atender todos los casos derivados de esta. El Consejo General de Psicología (COP) ha valorado el esfuerzo, pero considera que las plazas son escasas para dar respuesta a la demanda existente.