
¿Se puede compaginar el estudio del PIR con el trabajo? Estrategias reales que funcionan
Prepararse para el examen PIR es un desafío exigente que requiere constancia, disciplina y una gran inversión de tiempo. Esta oposición, que permite acceder a la formación especializada en Psicología Clínica en el sistema sanitario público español, es una de las más competitivas, con una ratio de plazas muy bajo frente al número de aspirantes.
Es probable que como psicólogo te hayas planteado prepararte este examen, pero también exista un importante vértigo ante la inversión de la que requiere. Lo más habitual es que automáticamente pensemos en que precisará de dedicación completa y que es incompatible con cualquier otra área personal, como la vida social o laboral. Es de esta última de la que hablaremos en este artículo.
Si te estás planteando preparar el examen PIR mientras trabajas, seguramente te surjan muchas dudas: ¿Tendré tiempo suficiente? ¿Es compatible el PIR y trabajar? ¿Cómo puedo organizarme para no renunciar a mi empleo ni a mi sueño de acceder a la psicología clínica?
La respuesta es que sí, es posible. No es un camino fácil, pero con una buena organización del estudio, una estrategia adaptada a tu realidad y el apoyo adecuado, puedes aprobar el PIR incluso trabajando. Muchas personas ya han logrado, tú también puedes hacerlo.
Planificación y organización: la base de todo
La limitación en el tiempo es la mayor dificultad ante la que te enfrentas. Y por ello, la organización del estudio es la clave. Si trabajas, ya sea a jornada completa o parcial, necesitas optimizar cada minuto y establecer rutinas sostenibles a largo plazo que se ajusten a tus horarios y necesidades.
- Horarios realistas. No se trata de estudiar 10 horas al día, sino de mantener una rutina constante, en bloques de horas que puedas aprovechar. Dedicar un tiempo considerable a organizarte será una buena inversión. Por ejemplo, con calendarios mensuales puedes realizar un cronograma en el que puedas planificar y estructurar las metas de estudio por temas y asignaturas, anotando también tus turnos de trabajo y siendo realista con las horas (y la energía) disponibles.
- Dividir tus objetivos por semanas. La flexibilidad en la compatibilización del estudio PIR con el trabajo es imprescindible, ya que el factor incontrolabilidad estará aún más acusado en esta situación. Por ejemplo, puedes plantearte “hacer 200 preguntas test” o “repasar los temas de psicopatología esta semana”. Una planificación flexible te permite adaptarte a imprevistos del trabajo sin sentir que pierdes el ritmo y las correspondientes culpas asociadas.
- Reflexionar sobre la metodología de estudio que a ti te funciona y que te permita integrar y comprender la información será tu gran aliada. Evita leer pasivamente los manuales, aprovecha el tiempo realizando tus propios materiales como esquemas, tarjetas, post its, etc. Mantendrás tu atención focalizada, integrarás la información y estimulará tu memoria visual.
- Incluir repasos de estos materiales y la realización de preguntas y exámenes PIR de anteriores convocatorias hará que los conceptos se vayan consolidando y se reduzca en la mayor medida posible la curva del olvido. Al organizar el estudio mensual, puedes incluir estos repasos los días en los que anticipes que estarás más cansado debido a los requerimientos de la semana.
- Aquellos días en los que anticipes que estarás más agotado, también puedes dedicarlos a la visualización de las clases o la corrección de preguntas que tengas pendientes. Para poder rascar las últimas horas útiles de estudio, la inclusión de actividades dinámicas te resultará de gran ayuda y aumentará tu satisfacción personal.
Elegir una modalidad de preparación flexible
Una de las decisiones que más determinará tus resultados en la preparación PIR es elegir bien la modalidad en la que te prepararás el examen de convocatoria. Si compaginas el PIR y trabajar, necesitas una opción que se ajuste a tu rutina y que te permita disponer de los materiales de estudio de forma flexible y asequible.
En APIR los todos los cursos tienen la posibilidad del formato online: curso PIR 11 meses, curso PIR Intensivo, curso PIR Universitas… esta modalidad te da la libertad de estudiar a tu ritmo, ver clases grabadas cuando, y las veces que, consideres, acceder a simulacros (y a su corrección) y realizar tutorías personalizadas cuando tú lo necesites desde cualquier punto de España.
¿No sabes qué es eso del Curso Intensivo? En este enlace, te lo explicamos todo: https://amireducacion.com/curso/curso-pir-intensivo/
También es importante que consideres los materiales que la academia PIR te aporta. Si trabajas, como ya hemos hablado anteriormente, no tienes tiempo que perder. Es por ello que te recomiendo que los manuales que te faciliten estén elaborados de forma estratégica y compacta en función de los exámenes de convocatoria previos y los manuales de referencia de última publicación.
Si buscas una preparación sólida con años de experiencia y resultados contrastados, la academia APIR se ha posicionado como una de las opciones más recomendadas. Muchos la consideran la mejor academia APIR, especialmente por su modalidad online, su banco de preguntas y simulacros, y el acompañamiento continuo al alumno de forma personal y cercana por parte de sus tutores.
Casos reales: personas que lo lograron
Suena muy idílico así escrito, pero… ¿realmente es posible? ¿alguien lo ha conseguido? La respuesta rotunda es sí.
Me presento, soy Alba Pérez López y actualmente soy residente PIR de tercer año en Madrid. Obtuve mi plaza PIR después de una preparación que compaginé con trabajo al completo, y no soy una excepción.
Realicé mi preparación al examen PIR en la Academia APIR en modalidad online mientras trabajaba con horarios rotativos. Recuerdo que fue una etapa de gran exigencia y cansancio, pero la recuerdo también con especial cariño ya que fue la que me llevó a conseguir mi meta y mi sueño de iniciar la residencia PIR.
Os dejo por aquí el vídeo de mi testimonio del año que conseguí mi plaza y así me ponéis cara 😉
Algo positivo que destaco de compaginar el estudio PIR con el trabajo es la utilidad de este último para ayudarme a desconectar y poner limites en mis horarios de estudio.
Me obligaba a organizarme estructuradamente y a aprovechar las horas de las que disponía al máximo, por lo que no dedicaba horas muertas delante de los manuales. Además, me recordaba a mi misma que era más cosas que una “opoPIR”. Si me iba mal en un simulacro o una convocatoria no lograba conseguir plaza, al revisar el año, había hecho más cosas, había tenido relación con mis compañeros de trabajo, y económicamente también tenia una independencia, por lo que el sentimiento de pérdida era menor (y por ello, también me sentía muy orgullosa de mí misma).
Por supuesto, tuve que prescindir de mucho tiempo de descanso, pero trabajar me servía como cambio de actividad y desconexión, lo que hacía que el temario quedase de lado unas horas al día. Desde mi experiencia, por muy valiente que parezca afirmar esto, recomiendo compaginar el estudio PIR con otra actividad laboral siempre que tus otras cargas vitales/familiares te lo permitan. Y la meta merece muchísimo la pena.
Como conclusión, y reiterándome, compaginar el PIR y trabajar es un desafío, sí, pero no es una barrera infranqueable. La clave está en una buena organización del estudio y de tus rutinas, y en elegir una academia PIR que te permita una preparación flexible para poder adaptarlo a tu vida.
El examen PIR no es solo para aquellos que pueden estudiar a tiempo completo. Existen muchas maneras de llegar a la meta, incluso si trabajas. Cada persona construye su camino. Hoy en día, herramientas como el curso PIR online de la academia APIR te ofrecen recursos de calidad sin renunciar a tu vida personal. Lo que marcará la diferencia no será tu situación, sino cómo te adaptas a ella.
Con compromiso, flexibilidad, el acompañamiento adecuado (y todas esas ganas y motivación que surgen cuando piensas en ser psicólogo clínico especialista) aprobar el PIR es posible, incluso trabajando.
Fdo. Alba Pérez, residente de Psicología.